Una suspensión deportiva no solo mejora la maniobrabilidad del coche, sino que también le da una apariencia más baja y agresiva.
Pasos:
Compra un kit de suspensión deportiva. Las marcas recomendadas incluyen Bilstein, Eibach o KW.
Levanta el coche. Utiliza un gato hidráulico para levantar el vehículo y asegúralo con soportes.
Desmonta las piezas de suspensión originales. Usando una llave, afloja los pernos y desmonta los amortiguadores y resortes de la suspensión original.
Instala los nuevos amortiguadores y resortes. Coloca las piezas nuevas de suspensión deportiva en los lugares correspondientes. Asegúrate de que estén bien fijadas y aseguradas.
Ajusta la altura (si el kit lo permite). Si tu kit de suspensión permite ajustes, pon el coche a la altura deseada.
Haz una prueba de manejo. Asegúrate de que la suspensión esté funcionando correctamente. La suspensión deportiva debe mejorar el manejo y reducir el balanceo al tomar curvas.
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